Todas las personas necesitamos ser acompañadas
Incluso aquellas que dedican su vida a acompañar a otros
La vida consagrada es una vida de entrega continua a la comunidad, a la congregación, a la misión…
¿Eres consciente de haber necesitado un acompañamiento?
¿Has buscado o pedido quien te acompañe?
El acompañamiento puede ser un apoyo individual o comunitario.
Es un camino de acogida, de fortalecimiento, de crecimiento, de sanación o de búsqueda de tranquilidad,
al que se llega mediante el encuentro con otra persona.
Ya sea a nivel personal, o como responsable de una comunidad o de una institución,
es probable que estés experimentando o hayas vivido situaciones que te hagan desear un cambio y buscar un punto de apoyo
Nuestra vocación es “ayudar a los que ayudan y servir a los que sirven”.
En el Instituto Humanitate no eres un caso o un problema que atender,
el acompañamiento está centrado en la persona y pretendemos que sea integral.
Nuestra experiencia en cifras
Durante más de 17 años hemos acompañado religiosos y consagradas por toda España.
Sobre nuestro equipo
Llamados a Acompañar
En continuo crecimiento
Profesionales Certificados
Con Experiencia
¿Para quién es esto?
Consagrada, religioso
Que a lo largo de las diferentes etapas de la vida afrontas necesidades, desafíos concretos o situaciones incómodas, dolorosas o inadecuadas.
Superior de comunidad
Que atiendes y acompañas comunidades, casas de Hermanas/os mayores o proyectos y obras apostólicas determinadas.
Comunidades
Que buscáis nuevas maneras de plenificar la vida, de crecer en corresponsabilidad, de afrontar los cambios y las situaciones de crisis.
Equipos de Gobierno
Que lideráis a vuestras Congregaciones, Diócesis o Institutos con la mirada puesta hacia adelante y hacia arriba.
Nuestro método
Caminar juntos, preguntar, escuchar, comprender
Confiar, incrementar, posibilitar, reenfocar
Aportar, desarrollar, fortalecer, facilitar, sugerir
Alentar, revisar, dejar ser, tomar las riendas.
¿Tienes alguna duda?
Aquí quizás encuentres algunas respuestas.
Tenemos muchas cosas que hacer en el día a día y no resulta fácil organizarse, pero también es cierto que no siempre priorizamos adecuadamente.
¿Cuánto tiempo llevamos cargando con una necesidad, reto, herida o inquietud que a nos bloquea, nos hace sufrir o nos impide vivir plenamente? Dejar pasar el tiempo no soluciona las dificultades, las oportunidades hay que aprovecharlas cuando se presentan y puede que el momento sea ahora.
Nos gusta ser austeros/as y es lógico que no queramos hacer un gasto que no esté previsto en el presupuesto, no obstante, siempre hay situaciones que merece la pena atender en beneficio de todos/as.
El dinero no tiene por qué ser un obstáculo, pregunta por los descuentos. Pero ¿sabes qué? La mayoría de las veces sí tenemos dinero, lo importante es tener claro en qué usarlo.
Con frecuencia se suele asociar cercanía con presencialidad. En el Instituto ofrecemos la posibilidad del acompañamiento presencial para atender a los equipos y para las personas en determinados lugares o situaciones. Preguntad por las opciones disponibles para vuestra situación.
Lo cierto es que gracias a la tecnología actual podemos seguir ofreciendo esa misma cercanía en los procesos de acompañamiento on line, a través de una pantalla, con la misma autenticidad y confidencialidad; con la ventaja de que podemos atender a las personas de muy diversos lugares sin perder tiempo para el desplazamiento.
Nuestro equipo está configurado en mayor número por laicos, pero todos con una gran humanidad, amor a la Iglesia y profesionalidad.
Laicos y consagrados compartimos la misma naturaleza humana y enfrentamos situaciones y retos muy parecidos;
compartir diferentes perspectivas permite ampliar la mirada y construir nuevas posibilidades.
La cotidianeidad de la Vida Consagrada nos resulta muy cercana en el Instituto Humanitate porque llevamos más de 20 años colaborando con ella. Tampoco nos sorprende su vulnerabilidad, porque es connatural a nuestra naturaleza y es fuente de oportunidades de crecimiento si la sabemos abrazar y aprovechar.
Todas las personas y los equipos necesitamos en distintos momentos de la vida ser acompañados. Antiguamente el acompañamiento se relacionaba con un problema grave o una patología rara; hoy en día el acompañamiento se percibe como una experiencia deseable para crecer y desarrollarnos plenamente.
No sabes cuantas veces hemos escuchado esta misma frase. Claro, hay situaciones más difíciles que otras, pero no hay peor batalla que la que no se libra. Tenemos que poner el foco en todo lo que sí podemos mejorar o cambiar, por experiencia te decimos que te sorprenderás de los resultados.
Hay órdenes religiosas donde el acompañamiento forma una parte vertebral de su carisma y en otras no, pero en cualquier caso es una necesidad de las personas que hay que atender y que muchas veces va más allá del acompañamiento puramente espiritual.
Qué bueno que tengas esta posibilidad.
Búscanos si el acompañamiento que tienes no atiende suficientemente tus necesidades o retos.
Búscanos si tienes un deseo de crecer o de apropiarte de nuevas herramientas que te ayuden a vivir con mayor plenitud.
Búscanos si crees que necesitas ser acompañada por un profesional que no pertenezca a tu congregación.
DESCUBRE LA EXPERIENCIA DE OTROS QUE YA HAN SIDO ACOMPAÑADOS
Agradecemos el respeto, la fuerza y la serenidad que nos habéis transmitido, han sido claves para seguir y llegar hasta aquí.
Confía, podemos ayudarte. Empecemos.
“Un sólo rayo de sol es suficiente para borrar millones de sombras”. S Francisco de Asís.