Ustedes han sido (y muchos siguen siéndolo) ejemplos de superación, de ilusión y de ánimo, ahora nos toca a nosotros devolverles una mínima parte de tanto cariño, tanta entrega y tanta generosidad.
Querido amigo/a,
Un año más la vida nos regala la oportunidad de celebrar. La festividad de San Joaquín y Santa Ana se convirtió, ya hace años, en un día de recuerdo, agradecimiento y alegría por la vida de nuestros mayores, pero también de reconocer que estamos en deuda con ellos.
Seguro que leyendo estas letras uno tiende a echar la mirada al pasado, hacer lectura de su vida, de una vida muy vivida, entregada, con momentos muy felices y también tristes y desgarradores. La vida misma va pasando cada año por delante de nuestros ojos y nos va enseñando lo hermoso de la misma, pero sin omitir las heridas y cicatrices que se nos han ido quedando marcadas. Cada uno de ustedes, casado, separado, viudo, religioso/a, sacerdote, misionero… ha experimentado la más completa dimensión de lo que es VIVIR.
Pero el pasado ya no lo podemos cambiar, el futuro no lo sabemos y lo único que tenemos es el presente. Nos toca vivir este presente con la máxima intensidad posible. Estés como estés, sin patologías importantes o postrado ya en una cama, no podemos desaprovechar un minuto de nuestra vida y, si es posible, hacerlo con esperanza, alegría y agradecimiento.
Ustedes han sido (y muchos siguen siéndolo) ejemplos de superación, de ilusión y de ánimo, ahora nos toca a nosotros devolverles una mínima parte de tanto cariño, tanta entrega y tanta generosidad. En nuestras manos está cuidar su presente e intentar hacerlo de la mejor manera posible, siendo conscientes de nuestras limitaciones, pero siempre con la mejor de las voluntades y del ejercicio profesional y humano de las personas que les atienden. A ellos también nuestro agradecimiento sincero y eterno.
Feliz día y gracias de corazón por todo lo que cada día nos aportan.
José Ramón López
Director de operaciones de la Fundación Summa Humanitate
6 comentarios
Muchas gracias, querido José Ramón,
Recibo tu carta en mi camino, mirando hacia adelante con mucha serenidad y alegría de sentirme viva y compartiendo la vida y mirando, con mucho cariño y mucho agradecimiento hacia atrás. Gracias de nuevo
Muchas gracias, por el recuerdo tan cariñoso y esperanzador a nuestros mayores. Un saludo.M.Eugenia
Gracias por el envío de esta carta, para las que se encuentran en este tramo de la vida, y para las que deben prepararse a él. En uno y otro tramo, debemos poner nuestro empeño, no en miras humanas; sino de cara a JESUCRISTO, viviendo el presente: en fidelidad a nuestra FE, en la certeza de nuestra ESPERANZA y en la actividad de nuestra CARIDAD.
A la Comunitat aquest mati ja hem recorda,t la festa d´avui i hem pregat per les moltes Persones Grans com nosaltres. Gràcies del vostre record, esteu pendent de tot i és molt d´agrair.
Completament d´acord del que heu manifestat en la vostra carta. Al fer-nos grans, és una joia el disfrutar de tot el que el bon Déu, PARE – MARE, ens ha ana,t regalant i segueix ajudan-nos. No obstant, a vegades es fa feixuc pel cansament dels mateixos anys acumulats, enfermetats, solitud, etc. peró si tenim la seguretat que Ell va amb nosaltres tot ho anem solucionant. SI m´agradaria que la VELLESA que estan vivint moltes Persones, que ho han donat tot per la FAMILIA i Societat, fos més reconeguda i estimada i no deixerm de pensar que és un potencial de riquesa per les futures generacions.
Moltes gràcies del vostre record. Aquest matí ho hem tingut presi hem recordat i pregat per taqntes i tantes p
Persones Grans, com nosaltres
Gracias por este esfuerzo de respetar las historias de vida de los mayores….
Gracias por este recuerdo a tod@s los que ya somos mayores…Y vamos avanzando hacia la casa del Señor. Intentamos hacerlo con un corazón agradecido, y Cantando: «Que alegría cuando me dijeron: ¡Vamos a la Casa del Señor!»…