Que este hermoso testimonio, escrito para todos vosotros, os impulse a esperar, a confiar, a conectar con el Amor inagotable que se nos ha dado, y que se encarnó por nosotros en un bebé.
“Noche de paz …
Empieza el Adviento el próximo Domingo. Desde mi más tierna infancia me ha conmovido este tiempo y el tiempo de Navidad, el nacimiento del Niño Jesús y el mensaje constante de que era un noche de paz, una noche de paz, una noche de amor.
Disfrutaba mucho en casa, con mis abuelas, mis hermanos, mis tíos, primos… Unos días en Navidad disfrutaba muchísimo de mi madre y otros días, de mi padre. Mis padres se separaron cuando yo tenía ocho años.
Pero Dios siempre me regaló esa paz y esa esperanza que, imagino, se vivió en el portal de Belén. He vivido siempre con mucha alegría cada circunstancia de la vida, con la certeza absoluta de vivir entre sus manos.
Creo que en el corazón de una niña como yo, y en el de todos los hombres de esta Tierra, Dios regala el anhelo de esa paz y de ese amor. Él “calienta“ nuestro corazón y el día de Nochebuena esperamos que se dé ese “milagro” con el nacimiento del Hijo de Dios.
Un milagro del Niño Jesús
En este último año, el Niño Jesús, ese Niño que miraba yo tanto en su pesebre cuando era pequeña, parece que, haciéndome un guiño, me ha querido descorrer“ un poco las puertas del Cielo y me ha dejado presenciar el mayor milagro de paz y amor que pudiese haber nunca imaginado.
En mis oraciones yo le pedía a Dios que me reservara en el Cielo una tarde y una merienda con mis padres, todos felices, todos contentos y además, que fuera en Navidad. Todavía recordaba yo a mi padre con toda su fortaleza cargar un árbol en la Plaza Mayor de Madrid para llevarlo a casa y decorarlo todos juntos.
Y Dios es tan bueno, y Dios es tan grande que no he tenido que llegar al Cielo para presenciarlo.
Mi padre, convaleciente de una operación, llegó a vivir a nuestra casa hace ahora un año, enfermo en el cuerpo y en el alma.
Rodeado de todo el cariño de sus hijos y de sus nietos se fue recuperando, fortaleciendo, recobrando la alegría. Todo empezó a ser posible, menos compartir nada con nuestra madre. “Me es imposible verla“, nos decía. «Es tal el sufrimiento que tengo, desde que nuestro matrimonio se rompió hace 43 años, que sólo encontraré la paz con la muerte», me comentaba.
La paz del corazón, la paz de la Navidad
¡La paz! ¡La paz de la Navidad! ¡La paz de Dios!
Han sido años y años de oración de sus hijos, de mi madre, de sus nietos… para que nuestro padre encontrase la paz del corazón, la que sólo nos puede dar Dios .
En una mañana de febrero, hablando con unas de sus nietas, sucedió el milagro. Con toda la inocencia e incluso el atrevimiento de la juventud, y con todo el amor por su abuelo, le abordó con unas reflexiones y le hizo unas preguntas a las que mi padre, en un primer momento, no supo contestar. Luego miró dentro de él y “la manta negra de sufrimiento que cubría su corazón se disolvió “. Y así nos lo contó. Cambió su semblante: le invadió poco a poco esa paz; volvió a ver a nuestra madre, a llamarla por su nombre y a declarar delante de todos sus hijos y nietos que ella había sido el gran acierto de su vida .
Llevan juntos ocho meses, con una amor inimaginable para nosotros, un amor que restaura cada uno de los días y de los años que no hemos vivido todos juntos. Y estamos preparando una preciosísima Navidad para dar gracias al Niño Jesús por haber sembrado en todos la esperanza y la certeza de que Dios siempre viene a salvarnos.
17 comentarios
Verdadero milagro. Me ha emocionado… A medida que iba adentrándome en esta historia, me venían a la mente tantos casos de rupturas, de todo tipo, en los seres humanos… Cuánto sufrimiento, cuántas familias rotas… Mi oración se eleva a ese DIOS NIÑO, a quien adoramos, en la Navidad y en todo tiempo, para que nos regale el don del amor y de la reconciliación. Gracias por compartir.
Escucharme, escucharnos, escuchar-Le
Muy bonito y emocionante .La Fe hace milagros. Me uno a la alegría de esta persona. Que Dios siga enviando sus dones de amor y de paz.
IMPRESIONANT, i és cert que és un miracle d’haver confiat i esperat en el aquest DÉU que ens estima i que sempre té el seu temps per respondre i donar-nos molt més del que li demanem. Dono gràcies a Déu per el gran miracle i us acompanyo amb la joia i pregària perquè l’AMOR I LA PAU CREIXI CADA DIA MÉS.
Gracias por compartir. Verdaderamente fue un milagro gracias a vuestra FE.
¡¡Muy entrañable.!!
El amor verdadero «sale», antes o después…
Muchas gracias por compartir este bonito mensaje. que buena lección de vida. QUE BIEN QUE PODRAN CELEBRAR LA NAVIDAD CON PAZ Y ALEGRIA.
FELICIDADES FAMILIA ,EL NIÑO DIOS OS HA BENDECIDO Y HA TRAIDO LA SALVACION .
Buen Padre Dios sabe como hacer las cosas.
Que gran alegría el poder leer como desde la pureza de corazón, los seres humanos somos capaces de poder sanar aquellas heridas que nos hemos ido generando.
Todos somos herramientas del Amor de un Dios que se hizo niño, para hacernos caer en la cuenta que frente a las adversidades de los adultos, solo la pureza de un corazón que mira a Dios y lo busca aún sin saberlo, es capaz de transformar en la mayor fortaleza de la vida aquello que creímos era nuestra mayor derrota.
Vivir la Fe es un Don y un Ejercicio que solo se puede llevar a cabo desde una humildad tal que el mayor ropaje es la humilde razón de ser humano y frágil, y la mayor riqueza es la de encontrar a todo un Dios Creador que no cesa de hacer proezas en la vida de una persona a través de ella misma y de quienes le rodean.
Me da felicidad leer esta historia y constatar que Buen Padre Dios, si sabe hacer las cosas a la Imagen y Semenjanza de su Corazón, transformando miles de millones de historias que se creen insalvables.
Un cordial abrazo a todas y todos.
¡Entrañable este testimonio!
Realmente el tiempo de Adviento es siempre: tiempo de espera y de esperanza, tiempo de oración y de vigilancia, de sorpresas y de alertas… ¡¡A través de tantos acontecimientos y de tantas personas Dios vuelve a gestarse, vuelve a nacer, sigue viniendo a nuestro mundo y a nuestras vidas!! Gracias por compartir esta experiencia que se asemeja a tantas vivencias en nuestras vidas. ¡Feliz tiempo de Adviento para todos!!
Entrañable . La fe mueve montañas y cambia vidas y corazones. Solo hace falta fe. Gracias.
Preciosa historia que viene a llenar de esperanza la que ya es una espera del Jesús que viene, que ya vive en nuestros corazones pero que en Navidad todo renueva por la alegría que reina en los hogares, especialmente con los niños que so su inocencia van colocando las figuras y adornos del belén y que con su alegría llenan de felicidad a toda la familia. Que el Señor nos de ojos de fe y de esperanza en esta Navidad.
Muchas gracias muy interesante
Es entrañable la noticia. Nos enseña que hay que saber esperar, dar tiempo, tener paciencia … y que el amor es capaz de realizar milagros . Ojalá se dieran muchos casos de «conversión» ahora que las familias , por desgracia, están deshechas … Sigamos pidiendo por ellas
De verdad que la fe hace crecer nuestra esperanza, cuando ésta es verdadera… nuestro Dios es tan misericordioso que nunca nos deje y cuando él decide el decide llega el gran momento de nuestra como le llegó a tus Padres y Familia… que cada instante crezcan más el amor …
Doy gracias a Dios por este extraordinario milagro. ¡Qué maravilla la de la gracia de Dios!… tantos años pidiendo la familia con perseverancia y se obró el milagro… me he emocionado al leerlo, Ojalá hubiera muchas historias así, con un final feliz. Cuántos matrimonios y familias rotas…. y cuánto cuesta la reunificación.
Me alegro muchísimo por toda esa familia y que pueda gozar en estas navidades todos juntos y unidos en torno al Belén, al Niño Dios. Enhorabuena, felicidades y a ir de bien en mejor.
Muchas gracias por compartir esta experiencia tan hermosa.