No es una fecha más, sin significado y sin contenido. La Pascua es la gran fecha, la gran fiesta de los cristianos.

Para todos nosotros la Resurrección de Jesús nos lleva al agradecimiento y a la luz, a la esperanza y a la alegría. Al menos nos debería de llevar a ello. Hemos vivido la entrada de Jesús en Jerusalén, hemos experimentado la cena entre amigos y se nos ha clavado un puñal el viernes santo, al recordar a tantos crucificados de nuestros días que están a nuestro lado o que están más lejos: niños que se mueren en guerras, inocentes que pasan hambre y frío, las injusticias hacia los vulnerables.

Pero también, y como siempre, ha llegado la esperanza, la Resurrección y la Vida. ¿Qué sería de nosotros sin la experiencia de la Resurrección? Todas las vidas, las que están y las que ya se han ido, recobran sentido pleno en esta experiencia de Jesús Resucitado. Los creyentes celebraremos la victoria de la vida con la esperanza de la lucha contra la muerte. Más que nunca, los acontecimientos actuales nos recuerdan cómo la esperanza es una dimensión de la fe.

 En esta Pascua de Resurrección nos queremos hacer presentes a cada uno/a de vosotros/as y de vuestras comunidades tan queridas por nosotros, para desearos la alegría, la paz, la salud y el gozo que proceden del Cristo de la Vida que ha venido para quedarse definitivamente con nosotros. Orad también por nosotros que os acompañamos en este peregrinar, que no nos flaqueen las fuerzas y que jamás perdamos el horizonte de que nuestra misión solo será posible “ayudando al que ayuda y sirviendo al que sirve”.

Hoy es Pascua y Cristo resucitado nos invita a caminar con Él, a no tener miedo, a ser audaces, creativos, alegres, esperanzados. Hoy es Pascua, el Señor pasa por nuestro interior para quedarse para siempre en él, Pascua de Resurrección que nos recuerda que solo con Vida podemos seguir dándonos a los demás.

Oremos juntos y comuniquemos a todos con obras y palabras esta alegría infinita que desde hace veinte siglos alimenta la vida de la Iglesia y la esperanza del mundo.

Feliz Pascua de Resurrección y sigamos viviendo esta experiencia fraternal sabiéndonos acompañados de Cristo “Camino, Verdad y Vida”.

Un abrazo grande de toda la Fundación Summa Humanitate.

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