El título de este post está sacado de una frase de Lord Byron, que textualmente decía:

“Todo lo que trae alegría debe compartirse, la felicidad nació gemela” Es lógico pensar así, porque aunque tuviéramos todas las riquezas soñadas, si no pudiéramos compartirlas seguro que dejaban de ser tan valiosas, la magia desaparecería. Se podría decir que toda alegría compartida se multiplica por dos, y a la par, todo problema compartido se reduce a la mitad»

Y es que no nacimos islas, somos seres interdependientes. Dios nos creó a su imagen y semejanza para la comunión, para la comunión con Él y con los demás. Las personas estamos hechas para lo absoluto y en este peregrinar somos con otros, somos desde otros y somos para otros. Somos en esencia seres abiertos al encuentro, a la comunión.

Las personas, pese a nuestros frecuentes malos entendidos, nos buscamos pues todos necesitamos a alguien con quien hablar, en quien confiar, con quien crecer, a quien amar….Necesitamos compartir la vida y aprender a tratarnos en los momentos de celebración y éxito, y en los de fracaso y miedo, en los momentos de abundancia y de pobreza, de fortaleza y de debilidad. Necesitamos derribar muros y tender puentes, dedicarnos tiempo para encontrarnos y reconocernos, en lo cotidiano, en lo sencillo, en el diálogo y en el silencio.

¿Por qué en nuestras familias y comunidades hay a veces tanta dificultad para el encuentro? Tal vez porque nos olvidamos de cómo nos ama Dios y porque con frecuencia no nos dejamos amar por Él. Es ese amor, ese sabernos infinitamente amados y capaces de amar, que nos abre al encuentro con el prójimo, que nos invita a una fraternidad más allá del vínculo de la sangre.

El pasado día 2 de agosto el Papa invitó a los religiosos en la JMJ a “echar las redes”, a llevar la cercanía de Dios a todos los lugares, pues la Iglesia es para todos. Para poder echar las redes hacia afuera, los que se encuentran fuera de la red tienen que poder decir “mirad cómo se aman”.

La vida comunitaria está llamada a mucho más que a compartir casa, comida y algunas actividades y oraciones. Estamos llamados a una vida en comunión y fraternidad, y para eso hemos de empezar por aceptarnos incondicionalmente y acogernos.

Os dejo algunas preguntas que nos pueden ayudar a tomar conciencia de nuestro punto de partida:

  • ¿Cómo son nuestras comunidades? Características, valores, prioridades, rutinas, dinámicas, fortalezas, áreas de mejora.
  • ¿Cómo son nuestras relaciones fraternas? Miradas, actitudes, formas de comunicarnos, conversaciones, etiquetas,… Grado de confianza, de libertad, de cercanía,…
  • ¿Cómo vivimos la experiencia comunitaria?, ¿qué lugar ocupa Dios?, ¿qué aportamos a los demás?, ¿qué nos aporta a nosotros?
  • ¿Cómo queremos que sean nuestras comunidades?, ¿qué propondrías para mejorar la vida comunitaria?. Y tú, ¿en qué tienes que mejorar para ser instrumento de Su amor?

El Papa nos invita a volver a echar las redes, empecemos por nuestras familias y comunidades:

“Dejemos que Jesús vuelva a subir a la barca, él viene a buscarnos en nuestras soledades y crisis, para ayudarnos a empezar de nuevo”

19 comentarios

  1. Me ha gustado mucho el artículo. Necesitamos vivirlo cada día con mayor fuerza para ser cada vez más testigos de este Dios que nos ama a todos con ternura. Muchas gracias.
    Feliz descanso

  2. Muchas gracias por tu reflexión.
    Espero estés pasando unos días de descanso y encuentro con los que amas.
    Un abrazo

  3. pues si, son cosas que sabemos pero no está mal recordarlas. Merece la pena intentar vivirlas! muchas gracias

  4. Me parece fundamental reflexionar como estamos evangelizando desde la vivencia comunitaria. Es algo que tenemos que trabajarnos y cuidar mucho para ser testigos de amor empezando entre nosotros como los primeros cristianos.

  5. Muy bonito el tema de reflexión . La verdad es que ayuda mucho y es el verdadero quid de la cuestión.
    Gracias por introducirnos en este pensamiento profundo de nuestras relaciones fraternas. GRACIAS

  6. De momento, lo he leído yo sola.
    Me parece muy bien para un comienzo de curso. Compartirla con la comunidad.
    Muchas gracias a todo el equipo.

  7. Muchas gracias por enviar el texto. Me parece una reflexión muy importante para tomar conciencia de nuestra vida en comunidad y trabajarlo.

  8. BUENAS NOCHES MUCHAS GRACIAS POR LOS APORTES SON MUY BUENOS SOBRE TODO CON EL TEMA DE LA VIDA COMUNITARIA PUES ES UNO DE LOS TEMAS

    DE MAYOR IMPORTANCIA PARA LA VIDA RELIGIOSA

    CON CARIÑO, ANA ROSA

  9. Dios nos sigue amando con infinito amor y ternura. «Gratis lo hemos recibido», entreguémoslo de la misma manera, para que nada se pierda.

  10. Mis felicitaciones María Eugenia por este articulo tan profundo y practico.
    Una realidad, los seres humanos no somos islas, nos necesitamos para compartir, para crecer humana y espiritualmente; dependiendo de la calidad de nuestras relaciones fraternas y del lugar que ocupe Dios en nuestras vidas, así serán nuestras familias y comunidades.

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