Revisa tu agenda y acepta esta invitación de la Fundación Summa Humanitate.
A los que os dedicáis al cuidado de los demás, ya sea directa o indirectamente, os lanzo unas preguntas:
¿A qué os suena responsabilizarse del equilibrio personal, del autocuidado, de la salud integral y el bienestar? No, no es chino mandarín. Se refiere a lo que predicamos cuando cuidamos a los demás y sin embargo no hacemos porque, en esto, no solemos dar ejemplo.
¿A qué os suena tomarse un respiro, salir de la rutina, hacer cosas que os gustan, caminar al aire libre, o incluso dormir una siesta? No, no es egoísmo. Forma parte del autocuidado y reporta muchos beneficios para ti y para los demás.
¿A qué os suena “no tengo tiempo”? Sí, a lo que soléis argumentar cuando no sois verdaderamente conscientes de lo importante que es incluir entre vuestras prioridades esos espacios para vosotros mismos; esos espacios que os van a permitir coger fuerzas para continuar mejor; esos espacios para reforzar el sistema inmunológico, fortalecer el corazón y esponjar el alma.
Tomaros el tiempo de revisar vuestras agendas, recordad la semana pasada, por ejemplo. ¿Dónde están esos espacios para ti, para practicar la gratitud, para entender tus propios sentimientos y necesidades, para llenarte y así poder dar fruto?
Urge autocuidado en el cuidador
Perdonad si este modesto artículo suena paternalista, pero hay cuestiones sobre las que a veces hay que insistir y, curiosamente, de forma especial en la vida consagrada. Ser cuidadora, superior o superiora es una hermosa misión, pero puedes quemarte en el camino si no te cuidas. Son muchos los casos de agotamiento y problemas de salud por sobrecarga y estrés excesivo; de dificultad para salir del activismo; de dificultad para planificarse y priorizar; de dificultad para medir nuestras energías; de dificultad para poner límites; de dificultad para reconocer nuestras propias necesidades.
Con frecuencia nos preocupamos de las tareas que debemos llevar a cabo como cuidadores para garantizar la máxima calidad de vida de nuestros hermanos y hermanas, pero para tenerlo todo controlado nos falta tiempo para ESTAR con las personas, y casi siempre nos olvidamos de cuidarnos a nosotros/as mismas.
El tiempo es algo precioso, pero muchas veces entre tanta responsabilidad se nos escurre entre los dedos. Tenemos que hacer un pequeño parón y atesorar momentos y encuentros que nos recarguen las pilas. Os propongo que meditéis un poco sobre ello y que retoquéis vuestras agendas, que os comprometáis un poco más con vuestro autocuidado. Tal vez os pueda ayudar contestar a estas tres preguntas : ¿Qué vais a hacer a partir de ahora? ¿Cuándo? ¿Cómo?
Una invitación
Además, para las que podáis (y ahora lo pongo en femenino porque sois las que os animáis a participar en estas actividades), la Fundación Summa Humanitate os lanza una invitación para vivir esta experiencia del autocuidado en un ambiente intercongregacional. Con el ánimo de “cuidar a las que cuidan” ya se han organizado con mucha ilusión las II Minivacaciones Intercongregacionales.
Te invitamos a venir con nosotros, a ti que eres superiora de una comunidad, de una casa de mayores o de una enfermería; también a ti, -joven o mayor- que cuidas de las demás y necesitas un descanso; y a ti, que estás deseando participar de unos días de encuentro intercongregacional. Esta vez nos vamos a Valencia y más concretamente a Gandía la última semana de mayo. SABER MÁS
Vamos a celebrar nuestra fe, con la Misa diaria y con espacios de Adoración. Vamos a formarnos un poquito porque siempre viene bien bajo el título “Pensando en mí, en mi comunidad y en todos”. Vamos a realizar actividades diferentes e interesantes a nivel cultural, artístico y de ocio. Vamos a reírnos y a compartir vida. Y, cómo no, también vamos a descansar en medio de un entorno natural muy bello. ¿Te animas? Para las que tengáis dudas os recomiendo que leáis los testimonios que publicamos el año pasado después de la I Semana de Minivacaciones Intercongregacionales.