Reformular mi agenda personal en Cristo II

Dios tiene su propia agenda. Sus objetivos tienen en cuenta al ser humano en todas sus dimensiones y protegen su dignidad más allá de apariencias o circunstancias. ¿Os imagináis una sociedad que luchara unida por estos objetivos?

Continuando con el tema de la agenda, y después de haber acudido a la ayuda de la Virgen para mejorar las actitudes del corazón, quería compartiros una reflexión sobre el libro “Agenda 2033: nueva y eterna” de Eduardo Granados, donde hace una interesantísima comparación entre la agenda imperante en el mundo y la agenda de Cristo.

¿Quién, que esté en activo, no ha oído hablar de la Agenda 2030? Esta agenda se ha convertido en una línea transversal obligatoria, establecida por algunos organismos internacionales e implantada por los gobiernos nacionales, para alcanzar unos objetivos de desarrollo sostenible en el año 2030.

Si no se profundiza mucho, son metas en buena medida muy positivas: fin de la pobreza, hambre cero, salud y bienestar, agua limpia y saneamiento, etc. No obstante, si se analizan en su conjunto desde la Doctrina Social de la Iglesia como nos propone el autor del libro anteriormente mencionado, y sin negar la bondad de muchos de ellos, se cuelan, con un afán globalizante y los habituales eufemismos, las ideologías imperantes (la ideología de género, el aborto, el igualitarismo que no la lucha contra la desigualdad,…). Además, en la Agenda 2030 se pone de manifiesto una clara intención de eliminar la trascendencia del hombre, toda huella de los valores cristianos y del sistema moral anterior.

Los objetivos con Cristo

De la mano de Eduardo Granados os voy a resumir los objetivos ya “renombrados con Cristo”. Son objetivos que tienen en cuenta al ser humano en todas sus dimensiones, toda su realidad, y que protegen su dignidad infinita más allá de sus apariencias o circunstancias. Os propongo también que adivinéis o recordéis cómo se formulan en el mundo:

  1. Amar al pobre.
  2. Hambre infinita de Dios (La Eucaristía como alimento de vida eterna).
  3. Bien amar + dolor salvífico.
  4. Educación íntegra e integral.
  5. La comunión esponsal.
  6. Agua viva y vino nuevo.
  7. La verdadera energía que nos sostiene: la familia.
  8. Un trabajo divinizante que transforme el mundo.
  9. Generación humana e innovación para el encuentro.
  10. Unidad en la diferencia.
  11. Civilización del amor.
  12. Economía de la gratuidad.
  13. Ecología integral.
  14. Vida oculta.
  15. Ecosistemas del bien común.
  16. Verdad en el amor.
  17. Alianza nueva y eterna.

Los objetivos del mundo se quedan cortos, es importante pasar de las buenas intenciones y los objetivos materiales a objetivos que partan de los anhelos del hombre. ¿Os imagináis una sociedad que luchara unida por estos objetivos?

La Agenda de Dios

Es importante recordar que Dios tiene su propia agenda, y que así como en el 2030 celebraremos los 2000 años del bautismo de Cristo, su aparición pública, cuando presentó las bienaventuranzas y el sermón de la montaña; en el 2033 celebraremos 2000 años de la de la muerte y Resurrección de Jesús.

Como señala un artículo de Javier Lozano en la revista Misión, los tres ejes que marcan la Agenda del cristiano: la Encarnación, la Eucaristía y el Misterio Pascual. A partir de ahí se entiende el resto: la conversión, la familia, la fecundidad, los sacramentos…

Nuestra agenda

Os invito a pensar en nuestro micro mundo y en la vida comunitaria. 

¿Qué hacemos para amar bien nuestras pobrezas? ¿Qué podemos hacer para avivar esa hambre infinita de Dios? ¿Y para unir nuestro sufrimiento al Suyo? ¿O para convertir nuestro cuidado por los demás o nuestro dejarnos cuidar en una misión transformadora que irradie su Luz? ¿Cómo correspondemos o podemos corresponder, desde una profunda y compasiva comprensión de nuestra realidad humana, a su Alianza, nueva y eterna?

Un comentario

  1. Es verdad que debemos amar nuestras pobrezas, pero debemos luchar por salvarlas desde donde estamos y desde nuestra situación personal. Jesús siempre cuenta con nosotros, contemos nosotros con El para todo. Pero la gran verdad de nuestra vida cristiana es permanecer unidos a Jesús en todos los acontecimientos de la vida, que una veces serán fácil, pero otras no lo serán tanto, pero con El todo sale adelante.
    Bonito mensaje este de la agenda personal.
    Gracias

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